



Street Fighter IV representa en muchos sentidos lo que se pide de un título arcade de calidad, un juego de reflejos, de táctica ajustada segundo a segundo, que resulta sencillo de jugar e inmediatamente disfrutable, pero que a la vez también tenga una profundidad que invite a ser explorado más y más. Cada combate, especialmente a la hora de luchar con otros jugadores, es un auténtico duelo en el que se miden la destreza, la velocidad de reflejos y el conocimiento de cada jugador de su respectivo personaje. Para entenderlo sólo hace falta pasearse por Youtube para encontrar toda clase de torneos competitivos alrededor de los juegos de lucha más importantes e influyentes y comprobar la enorme riqueza que puede contener cada combate.

El juego de Capcom es un heredero de esa tradición, en la que tiene mucho que ver su antecesor y uno de los grandes referentes del género: Street Fighter II. Desde entonces el género de la lucha se ha ramificado en diferentes direcciones, algunas más espectaculares pero menos técnicas, otras más orientadas a conseguir profundos e intrincados sistemas de combate con complejas cadenas de combos; incluso hubo toda una revolución con el paso a los 3D, que creó nuevas ramificaciones en un género de gran tradición. La cuarta parte busca un equilibrio entre todas las tendencias, ni excesivamente simple, ni falto de profundidad; sin pixels, pero siempre anclado en una necesaria bidimensionalidad; visualmente atractivo, pero sin olvidar la obligada funcionalidad. Aunque en muchos sentidos es un regreso al pasado, y en concreto al propio Street Fighter II y a todo lo que ofrecía en cuanto ritmo, simplicidad y balance, lo que es inmejorable para muchos y no tanto para otros que valoran más el camino andado desde entonces, eso ya es una cuestión más personal.

La versión de PC es a todas luces excelente, los usuarios de compatible -que no están precisamente faltos de ofertas- pueden estar de enhorabuena esta generación gracias a la incorporación en serio de Capcom a este formato. En su búsqueda de adaptarse a los métodos de los estudios occidentales, el estudio de Osaka ha desarrollado el conjunto de herramientas diseñada para facilitar el desarrollo multiplataforma en 360, PS3 y, por supuesto, PC. De pasar a producir las versiones de forma compatible de forma externa -con resultados generalmente deficientes en muchos sentidos- ahora es la propia compañía la que puede desarrollar estos trabajos de forma interna y con garantías.

Street Fighter IV es un juego que tiene la virtud de funcionar perfectamente en equipos modestos. Con 1 Gb de memoria ram y un Pentium 4 o equivalente, los requisitos mínimos, el juego puede funcionar perfectamente a 60 FPS realizando los ajustes necesarios entre una amplia gama de opciones gráficas. Con ordenadores de gama media o alta, el jugador se puede permitir de disfrutar de opciones gráficas extras que no tiene la versión de consola como un antialiasing superior, resoluciones de 1080p auténticas -no escaladas- o incluso superiores, V-Sync, mejores efectos de partículas, distintos grados de motion blur... Al final, esta versión tiene un techo gráfico por su naturaleza multiplataformas, por lo que las diferencias no son determinantes, pero sí apreciables y significativas.
Aqui un GAMEPLAY ! disfrutalo!!!
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